Durante su gestión en el Museo Provincial de Bellas Artes, Emilio Pettoruti alentó, entre otros proyectos de vanguardia, aquellos vinculados a la federalización del arte que hicieran hincapié en su función educativa. Vagón de arte fue heredero de este proyecto que, tras distintas versiones, se plasmó en 1949 en un museo rodante. En cada gira, el vehículo acercó a los distintos habitantes de los más remotos pueblos de la provincia de Buenos Aires las “más completas manifestaciones del arte”, ya que además de llevar pinturas, grabados, dibujos, alfarería, diapositivas, cine, contaba con biblioteca y sala de música. Esta edición facsimilar recupera, en el centenario del Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti, la potencia de aquel proyecto innovador. Vagón de arte “es más bien la reunión de antecedentes claves para la historia cultural bonaerense del porvenir”, tal como Federico Ruvituso señala en el prólogo.